George Clarence Hilditch, más conocido como “Lal”, fue un jugador y técnico de fútbol inglés que, entre sus principales logros, se destacó por su desempeño en el Manchester United. Llegó como un jugador más, pero su influencia y carisma dentro del equipo lo convirtieron en símbolo del club. En plenos conflictos internos, ante el despido del director técnico John Chapman, aceptó la propuesta de su presidente para convertirse en el entrenador del plantel. Lo llamativo fue que no lo hizo desde la línea de cal para afuera, sino que realizó una polifunción: se convirtió en el manager y, a su vez, continuó con su carrera futbolística. Así, los diablos rojos por primera vez tenían un técnico-jugador.
Nació en Hartford, Inglaterra. Debido a su carácter introvertido siempre le costó adaptarse a la rutina del fútbol. Cuando logró vencer esa flaqueza, gracias a su padre, obtuvo una prueba en el Albion Witton, ubicado en la ciudad de Norwitch. Sus buenas condiciones como delantero le permitieron quedarse en el club y comenzar a formar su carrera. Con 21 años y en plena Guerra Mundial, arribó al Manchester en enero de 1916, proveniente de otro equipo de la misma ciudad, Altrincham.

En 1926, aquél hombre tímido al que le costó familiarizarse con el fútbol tomó una decisión que, en la actualidad, podría ser polémica. La confirmación de su nuevo cargo, por parte del presidente del club, no fue bien vista por los jugadores. Creían que, al tener la decisión final sobre el plantel, probablemente decidiera auto colocarse para jugar de arranque. En esa temporada (1926-1927) jugó 19 partidos por competiciones locales, cuando anteriormente promediaba 35 encuentros. Descartada esa hipótesis, los futbolistas comenzaron a adaptarse a la idea de Lal y encararon la nueva temporada.

Se retiró como futbolista el 30 de enero de 1932, ante el estadio Old Trafford repleto. Jugó 322 partidos por competencias locales y marcó siete goles. Mas allá de no haber obtenido ningún título en sus 16 años en el club, se lo recuerda por haberse convertido en el primer y único entrenador-jugador de la historia. Con 36 años y la cinco en la espalda, se alejó de las canchas un personaje anecdótico en la historia del Manchester United. Falleció el 31 de octubre de 1977 a los 83 años.
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