jueves, 22 de septiembre de 2011

For export: Ole Gunnar Solskjaer


El recambio, en un equipo de fútbol, suele ser vital con el correr del partido. Más aún si se está perdiendo el encuentro o si el desgaste provocado por el mismo lleva a la lesión de un titular. Entonces, de acuerdo a la referencia “juegan los mejores”, las condiciones de los suplentes, por lógica, deberían ser inferiores a la de los 11 en cancha.
Lo que sucedió con Ole Gunnar Solskjaer fue todo lo contrario.

Llegó a Old Trafford en la temporada 1996/1997 proveniente del Molde noruego. En ese momento, dos de los delanteros titulares (Andy Cole y Eric Cantona) no alcanzaban las expectativas del entrenador e incrementaron la posibilidad de su llegada. La juventud y velocidad fueron los determinantes para que Sir Alex Fergusson depositara sus ojos en él y lo llevara al Manchester. Apodado como el “asesino con cara de niño”, en la primera temporada disputó 33 partidos en los que convirtió 17 goles.

Caracterizado por su paciencia, siempre aceptó cordialmente las decisiones del entrenador. Ir al banco de suplentes no le generaba malestar, pero si sed de revancha. En tanto, desde los segundos tiempos se encargó de marcar en 41 encuentros la no menospreciable marca de 18 goles. Pero su momento de gloria estaba al caer. Y fue nomás en la final de la Copa de Campeones 1998/1999, donde marcó, en tiempo de descuento, el gol que le permitió a su equipo coronarse en Europa. Ese fue, sin duda, el momento más importante de la carrera del noruego.

Las siguientes temporadas lo catapultaron como titular indiscutido. La dupla que formaban con Ruud Van Nistelrooy los convertía en una de las más temibles del mundo. Pero la desgracia chocó con su carrera deportiva: en 2004 le detectaron una lesión crónica en su rodilla derecha. Esto le provocó someterse a una complicada operación, la cual lo alejaría de las canchas por un año y medio. Lamentablemente, y luego de un regreso que ilusionaba, Solskjaer se fracturó el pómulo. Dos meses fueron los que quedó inactivo, pero lo siguiente ya no sería lo mismo.

Luego de dos años de interminables lesiones, en los que estuvo intervenido en tres oportunidades, volvió al campo de juego pero las molestias le impedían tener continuidad. Es por eso que, en 2007, anunció su retiro con tan sólo 34 años. De esta manera, contabilizó un total de 91 goles en 253 partidos con los Red Devils.

Luego de su alejamiento continuó ligado al Manchester. Esta vez como asesor y colaborador de las divisiones inferiores. Desde 2010 es el director técnico del club de su debut: el de FK de Noruega. Mencionado por Ferguson en su biografía como el “sustituto del infierno”, Solskjaer es uno de los grandes ídolos del público del United. Pocos jugadores lograron eso, más aún no siendo oriundo de ese país.

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